Desde preescolar, ha transformado aulas y comunidades con proyectos de impacto social
San Miguel de Allende, Gto. – La historia de la maestra Claudia Guadalupe Guerrero Vázquez nace y crece en comunidades rurales, pero su impacto alcanza mucho más allá del aula. Con nueve años de trayectoria y una entrega visible, Claudia ha dedicado su vida a formar no solo estudiantes, sino también ciudadanos comprometidos con su entorno.
Originaria de la comunidad de Guerrero, Claudia hoy trabaja en el preescolar Ricardo Flores Magón de la localidad de Landeta, donde atiende un grupo multigrado y promueve una educación basada en valores, inclusión y respeto. No es la primera vez que enfrenta retos: en su primer nombramiento caminaba largos tramos, cruzaba presas y subía cerros para llegar a su escuela.
Con formación en la Universidad Continente Americano, participó desde muy joven en un modelo educativo alternativo que le permitió conocer de cerca la realidad docente. Esa preparación se ha traducido en un liderazgo pedagógico tangible, desde iniciativas sobre los derechos de los niños y el respeto a los animales, hasta acciones con impacto comunitario y proyectos de inclusión para estudiantes con discapacidad.
Además de su trabajo en el aula, Claudia también se ha desempeñado como tutora de docentes de nuevo ingreso, compartiendo herramientas pedagógicas y emocionales. Su rol formador ha sido reconocido por autoridades educativas, que destacan su constante innovación y compromiso con la formación continua.
Más allá de la teoría, su método se basa en crear lazos con las familias, defender la importancia del nivel preescolar y sembrar en cada niña y niño la certeza de que pueden lograr lo que se propongan.
Aunque la Secretaría de Educación de Guanajuato la reconoce como una maestra ejemplar, quienes más validan su labor son sus estudiantes, sus colegas y las comunidades a las que ha sabido darles voz y esperanza.
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